Supercargadores

 Supercargadores 




¿Qué es un supercargador?

Un supercargador es un dispositivo mecánico que aumenta la potencia de un motor de combustión interna al comprimir el aire de admisión antes de que entre en los cilindros del motor. Este aumento de presión permite que se queme más combustible y se genere más potencia, mejorando significativamente el rendimiento del automóvil.



Cómo funciona un supercargador?

Existen dos tipos principales de supercargadores: los centrífugos y los tipo roots. Los supercargadores centrífugos utilizan una turbina impulsada por la corriente de gases de escape para comprimir el aire de admisión, mientras que los tipo roots utilizan un sistema de engranajes para comprimir el aire. En ambos casos, el resultado es un aumento de la cantidad de aire y combustible que entra en los cilindros del motor, lo cual se traduce en un aumento de potencia.




Ventajas de los supercargadores:

1. Aumento de potencia inmediato: Mejoran drásticamente la potencia y el par motor del automóvil, lo que se traduce en una aceleración más rápida y mejor respuesta del motor.

   

2. Mejora del rendimiento en todo el rango de revoluciones: A diferencia de los turbocompresores, los supercargadores proporcionan un aumento de potencia inmediato en todo el rango de revoluciones del motor, sin "lag" o retraso en la respuesta.


3. Simplicidad y eficiencia a bajas revoluciones: Son más eficaces a bajas revoluciones del motor, lo que los hace ideales para aplicaciones donde se necesita potencia adicional en situaciones de manejo cotidianas.


4. **Instalación más sencilla: En comparación con los turbocompresores, los supercargadores son más fáciles de instalar y requieren menos modificaciones al sistema de escape.


 Desventajas de los supercargadores:

1. Consumo de combustible: Debido a que aumentan la cantidad de combustible quemado por unidad de tiempo, los supercargadores tienden a aumentar el consumo de combustible del automóvil.


2. Menor eficiencia en altas revoluciones: A altas revoluciones, pueden generar un aumento de temperatura considerable en el aire de admisión, lo que afecta la eficiencia y puede requerir sistemas adicionales de enfriamiento.


3. Mayor mantenimiento: Algunos tipos de supercargadores pueden requerir mantenimiento regular, como la lubricación de engranajes en el caso de los tipo roots, lo que puede implicar costos adicionales y tiempo de inactividad.


El sonido característico de un supercargador es una de las razones por las cuales muchos entusiastas del automovilismo los prefieren sobre otros métodos de aumento de potencia, como los turbocompresores. El sonido de un supercargador puede variar dependiendo del tipo y diseño específico, pero generalmente se describe de la siguiente manera:


1. Chirrido o silbido: Es común escuchar un sonido agudo y distintivo, similar a un silbido o chirrido, especialmente cuando el supercargador está operando a altas revoluciones. Este sonido se debe al aire comprimido que se mueve a través del sistema de admisión y es característico de los supercargadores tipo centrífugo.

2. Zumbido o rugido: Algunos supercargadores tipo roots o de desplazamiento positivo pueden producir un zumbido o rugido más profundo y constante, especialmente a bajas y medias revoluciones. Este sonido es más perceptible dentro del habitáculo del automóvil y puede ser bastante distintivo.


3. "Whine" o gemido: En ciertos modelos de automóviles deportivos o de alto rendimiento equipados con supercargadores, se puede escuchar un sonido agudo y persistente, conocido como "whine" en inglés, que contribuye a la experiencia auditiva única al acelerar.



El sonido del supercargador no solo añade una dimensión emocional al manejo, sino que también puede servir como una señal audible de la potencia y rendimiento del automóvil. Para muchos aficionados y conductores, el sonido distintivo de un supercargador es parte integral de la experiencia de conducción deportiva y de alto rendimiento.

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